29 mayo, 2007

Talibanes de la fe


Hace poco escuché a un “talibán” de la fe evangélica afirmar con tanta crueldad, que él no aceptaba el divorcio porque no era bíblico (a parte de cruel, ignoraba lo que las Escrituras dicen al respecto). Su legalismo espiritual no lo dejaba ver el martirio de muchos de sus hermanos en la fe, que por años han sufrido un calvario interior. Sencillamente la misericordia no significaba nada para él. Esto me hizo reflexionar sobre la poca empatía que muchos modernos fariseos y talibanes tienen con el dolor ajeno, en un tema tan delicado como este.

Desde que se promulgó la Ley de Divorcio Civil en Chile, muchos creyentes vieron en el una salida a un grave problema social existente. Las personas con una fe sincera en el Señor y que llevaban años separados de sus antiguos cónyuges pero no legítimamente, tenían ahora la oportunidad de regularizar su situación legal.

Con esta nueva ley, ahora la Iglesia Evangélica chilena tenía que ponerse pantalones largo y asumir que en todas las congregaciones existen hombres y mujeres que se equivocaron y debían ser restaurados emocional y espiritualmente, y por ende en la comunión con el cuerpo de Cristo. Pero sabían también, que los fundamentalistas y los talibanes de la fe, no aceptarían de buenas a primeras que personas ahora divorciadas, tuvieran los mismos derechos y obligaciones que uno que no tuvo que pasar por el dolor de la separación matrimonial.

En otros países de Latinoamérica, donde el divorcio está asumido como un problema social, que ataña también a la iglesia, esto ya no es tema. En Chile, por nuestra idiosincrasia más bien conservadora, seguramente tardará muchos años en asimilar que desde los tiempos bíblicos el divorcio es un tema que Dios no ha ignorado.

Aquellos que afirman que Dios da una segunda oportunidad al asesino, al borracho, a la prostituta o ladrón pero no al que sufrió una ruptura matrimonial, entonces contradice su propio discurso. A ellos les sugiero que, mirándolos a los ojos se lo digan a la mujer que por años ha sido golpeada brutalmente por un hombre alcohólico. Dígaselo al hombre que ha tenido que sacar a su mujer de la cama de otro. Mire el rostro de los pequeños hijos del padre de familia que fue abandonado por su cónyuge y se fue con el vecino. O a la mujer que toda las noches es abusada sexualmente por una bestia que se dice ser su esposo, pero que la trata como una mujer de segunda porque la primera es la amante. O la esposa que descubre que su marido es homosexual.
Dígale a ellos que no se pueden divorciar y que deben “aguantar” hasta que Dios cambie a sus cónyuges. Entiendo que hay veces en que Dios no tiene la última palabra. Que es el propio hombre o mujer que le toca tomar la decisión de rendirse a Cristo para que Él pueda hacer lo que ellos no lograron por si solo. El alcohólico, el golpeador, el adúltero, el maltratador, el mentiroso jurará por su madre que es la última vez que lo hace, y por un corto tiempo cumplirá, pero volverá a caer en la rutina del abuso hasta que su cambio no sea de su interior hacia fuera y eso, no lo hace la fuerza de la voluntad, sino sólo el Señor.

Las personas pueden acostumbrase al maltrato, a la indiferencia del cónyuge o hacer vista gorda a la infidelidad, pero eso, señores, no es vida. Es tortura. Nadie se merece vivir en un círculo vicioso sin termino, que sólo conduce a una depresión crónica que seca el alma pero no las lágrimas.

Dios no quiere que la personas se divorcien. Dios no quiere matrimonios destruidos. El formó a la primera familia y la defenderá, pero frente a reiterados actos pecaminosos por parte de uno de los consorte, y de dar múltiples oportunidades de cambio sin resultados, el divorcio es la única puerta de salida. Que quede claro una cosa: no estoy haciendo una apologética del divorcio, estoy hablando de reiterados abusos a los votos matrimoniales como los mencionados más arriba. De hecho no he querido mencionar pasajes bíblicos que bien podría sustentar una posición, pero corro el riesgo de ser acusado de acomodar la Biblia a mi beneficio.

Pero para que estamos con cosas, el meollo del tema no es la disolución del vínculo, sino, si la persona divorciada puede volver o no a contraer un nuevo matrimonio. Un talibán de la fe podría aceptar el divorcio, pero un nuevo matrimonio es otra cosa... pero eso lo dejaremos para la próxima vez, que con esto ya dejamos bastante paño para cortar, y de seguro cada uno tiene su propia opinión. Esperamos sortear con fortuna, las esquirlas que se vienen... hasta la próxima. Opine aquí.

13 comentarios:

tXI dijo...

hay que entender que el divorcio es algo nuevo en Chile, por otro lado no es menos cierto que el divorcio es la ultima opcion que Dios querría que tomaramos, pero existe y cuando procede (cuando las diferencias son irreconciliables y la convivencia se hace inviable) se debe aceptar.

En tercer plano, entre los cristianos evangélicos existe un grupo de personas no pequeño que es religiosamente irreflexivo, son poco educados y se cierran a lo que su pastor o iglesia les dice, actuando sin criterio en ocasiones.

saludos

http://elblogdeffuentes.cl

Anónimo dijo...

Pues, como dicen, el que no ve es como el que no siente, algunos amigos eran tajantes en ese aspecto, hasta que enfrentaron problemas que casi los llevaron a esto, entonces cambiaron su modo de ver las cosas.

Por otro lado, que hacer con quienes incurren en excesos en esto del divorcio???

Anónimo dijo...

MMM... BUEN TEMA... Y TRISTE A LA VEZ, TODA LA RAZON AMIGO, EN TODO LO QUE HA DICHO, LAMENTABLEMENTE LA MAYOR POBLACION EVANGELICA DE CHILE ES INTRANSIGENTE A ESTOS TEMAS (SALUDOS MIS HERMANOS PENTECOSTALES, JEJE... (YO = SOY PENTECOSTAL)), PERO ESTA INTRANSIGENCIA, SEGUN MI PUNTO DE VISTA... ES POR LA FUEEEERTE INFLUENCIA QUE TENEMOS DE LA IGLESIA CATOLICA, HAY IGLESIAS EVANGELICAS MUUUUY CATOLIZADAS (NI SE NOTA QUE SOY ANTI-CATOLICO ROMANO, JEJE)Y LA INTRANSIGENCIA ES UNA DE ESAS COSAS.... ESTAN LLENAS LAS IGLESIAS DE SEPULCROS BLANQUEADOS... PODRIA DECIR MUCHO MAS, PERO PARA QUE REDUNDAR.

Anónimo dijo...

APSS... ME LLAMO ESTEBAN.

Anónimo dijo...

Sin duda alguna el tema tocado, es uno de las grandes conflictos dentro de la Iglesia Evangelica. Pero creo que la biblia tiene mucho a decir con relacion a esto, por ejemplo, cuando el Señor dice que podiamos dar carta de divorcio por el abuso del conyuje, dice que el que engaño no se puede volver a casar pero el engañado queda libre.
Aqui hay algo muy interesante, el Señor Jesus no esta diciendo que no podemos divorciarnos, tampoco esta diciendo que no podemos volvernos a casar y tampoco esta diciendo que él esta de acuerdo con el divorcio. Lo que esta diciendo, es que hay motivos por los cuales podriamos usar esta puerta llamada divorcio, entre otras el rompimiento de los votos conyugales. No podemos usar como motivos los siguientes, entre otros:
ella cocina mal, el no es muy cariñoso, no nos entendemos, problemas economicos, dificultad sexual (no estoy hablando de abusos), etc.
Creo que cada caso es un caso y deberian ser tratados de esta manera en la consejeria pastoral.

Para terminar, estoy muy de acuerdo con Boris, solo no lo estoy, cuando el dice que, pareciera que Dios no tiene la última palabra. Creo que el señor tiene la última palabra, tambien en este asunto, por que no creo que Dios este de acuerdo con violencia intrafamiliar, ni con cientos de abusos mas.
Dios les bendiga
Pr Alvaro Retes

Anónimo dijo...

Muy interesante tu punto de vista. Felicitaciones.

Anónimo dijo...

Veo demasiado violento el enfoque del tema. Es cierto que los matrimonios se divorcian por todas las causas que diste como ejemplo, pero también existen divorcios pacíficos. Se dovorcian porque no son compatibles de caracter; porque se les pasó el amor y no quieren seguir atados y quieren rehacer su vida, que es una opción respetable; porque con los años se dieron cuenta que no habían tomado la decisión correcta; o simplemente no era él o la compañera que soñaban. Estoy de acuerdo con el divorcio, en todos los casos que puedan existir, pero que hay con los niños de matrimonios divorciados, quién se acuerda de ellos? Mencionas a los hijos que están en medio de un desastre de matrimonio, pero que hay de los que quedan en medio de la nada, cuando su familia se desarma.
Afortunadamente el divorcio existe, pero a su paso deja muchos destrozos, no solo de familias, sino también en los corazones de esos cónyuges que vieron frustrados sus sueños de vivir para siempre con la persona que amaban, siempre existen en su corazón. Todas las experiencias en nuestra vida deben servirnos para aprender, buenas o malas, siempre dejan una moraleja.
Aunque el divorcio es una alternativa que jamás se debería utilizar, existe.

El tergiversador dijo...

Concuerdo totalmente, creo que lo medular de esta problemática pasa por mucha tradición que se ha adoptado permanentemente como doctrina cristiana. En otras palabras, por flojera de estudiar la Biblioteca Santa.

Me gustó el término "talibán"... Creo que hasta podrías escribir un artículo acerca de ese tema...

Conozco ejemplos bastantes gráficos...

Saludos

Ingrid U J dijo...

Estoy de acuerdo en que exista el divorcio cuando es necesario y se han utilizado todos los recursos para salvarlo, llámese consejerías, terapias, etc.

Estoy conciente de que en casos de violencia intrafamiliar, casos severos de adicción y situaciones que dañan a la framilia muchas veces es más sana la separación, pero repito, después de agotados los recursos...

Dios los bendiga,

Ingrid

Anónimo dijo...

solo puedo decir que Dios dijo que lo que une Dios no lo separa el hombre el que quiera seguir en pos de mi tome su cruz y sigame y niegese a si mismo y hay consejos para las separadas viudas y los jovenes todo aquel que se une a una pesona separada adultera y NINGUN adultero heredara el reino de Dios debemos aprender a someternos a la voluntad de Dios y no a los deseos inguriosos de la carne Dios dijo nadie puede decir que fue tentado por Dios porque Dios no tienta a nadie el que es tentado de sus propias concupicecias es tentado y no hay votos de obediencia hacia Dios y no se niegan a si mismo por darle el gusto a la carne no todo aquel que diga señor señor entrara al reino de Dios y el que persevera hasta el final ese sera salvo de lo contrario creisteis en Vano. que el señor tenga misericordia de aquellos que estan segados por el dios de este siglo para que no les resplandezca la luz de cristo

AleMamá dijo...

No me parece de talibanes el acatar lo dicho por el Señor Jesús sobre que "lo que Dios a unido no lo separe el hombre"; incluso la cláusula de Mateo sobre "salvo caso de adulterio" hay que leerla como que si se vive en adulterio --es decir sin vínculo válido-- es la única razón posible para separarse y volverse a casar, pues se adultera incluso con la repudiada. ¿Cómo se puede conciliar palabras de Dios tan claras con casarse de nuevo si el cónyuge inocente ha sido abandonado, por ej.?
Otra cosa es declarar la nulidad del vínculo o tratar con caridad y delicadeza extrema a las dolidas víctimas de estos problemas. Tampoco se puede juzgar: "sólo Dios juzga", pero otra cosa es aceptar sin más lo que Jesús prohibe explícitamente con tanta energía.

Un saludo cordial. Que Dios te bendiga.

Victor Cabrera dijo...

Estimado Boris:

Creo que este es un tema demasiado delicado como para reducirlo en opiniones personales, pues lo que importa aquí es la opinión de Dios, esto es, a través de la Biblia.

Por lo tanto, antes que incitar a alguien por esta u otra opinión, creo que efectivamente tendrías que hacer apologética con Biblia en mano.

De otra forma podríamos estar induciendo al error.

Salu2!

Anónimo dijo...

Hola Boris

Estoy de acuerdo contigo, sabes tengo un amigo que se equivoco y Dios le brindo en su infinito amor una nueva oportunidad, porque Dios es misericordioso mientras que la raza humana con sus legalismos mal fundamentado dice lo contrario pero hay que creerle a Dios el nos entiende y apoya el vino a salvarnos no ha condenarnos.

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